¿Qué es Alcachofa de España?
“Alcachofa de España” centra sus esfuerzos en hacer visibles las bondades de un cultivo que forma parte de la cultura agronómica de nuestro país y que, además, es pieza clave en muchos platos de la dieta mediterránea: el de la alcachofa.
Agricultores, empresas hortofrutícolas, industria transformadora, comercios y restaurantes de España, unidos desde el 15 de octubre de 2014, trabajan juntos bajo este sello para demostrar que las alcachofas de aquí, además de ser una auténtica delicia, están repletas de beneficios saludables.
Las Alcachofas de España van más allá del mero uso gastronómico. Son alcachofas que colaboran con el desarrollo del sector agrícola español, que defienden el esfuerzo de todos aquellos que se dedican a este cultivo y que promueven unos hábitos de alimentación saludable.
Del campo…
Cultivar una alcachofa no es tarea fácil. Que nuestra verdura salga carnosa y
con gran sabor no es fruto del azar, sino del esfuerzo que hacen a diario
los agricultores. Y es que un resultado tan delicioso sólo se alcanza si se
controla a la perfección estos factores:
El clima
El Mediterráneo acoge a la mayoría de cultivos de alcachofa que podemos
encontrar y no es por casualidad. Las alcachofas requieren climas suaves y
templados para desarrollarse, no soportan el frío intenso ni el exceso de calor,
por eso la costa mediterránea es su lugar favorito. Pero que ésta sea su zona
predilecta no significa que no podamos encontrar excelentes alcachofas
procedentes de cualquier otra parte de España. Se llevan a cabo cultivos
en zonas más frías como Navarra o el interior de Granada en las que se
obtienen alcachofas de gran calidad y de reconocido prestigio.
En esta zona, además, la producción comienza en verano por lo que,
sumado al resto de áreas productoras, nos otorga el privilegio de poder
disfrutar de alcachofas durante todo el año. Además de la temperatura,
otras variables como la humedad relativa y la luz influyen directamente
sobre el desarrollo de la planta.
El riego
Igual que con el clima, en el riego también es importante encontrar el equilibrio
perfecto. Esta planta necesita grandes cantidades de agua para su desarrollo,
sobre todo en las etapas de crecimiento vegetativo y producción de cabezuelas;
aunque un exceso de agua puede provocar el encharcamiento de las raíces.
Por ello, es importante controlar las necesidades hídricas de la planta
en función de la temperatura, precipitaciones, textura del suelo y la variedad
de ésta.
Los nutrientes
Que nuestras alcachofas crezcan fuertes y sanas depende de lo que les
proporcionemos. Lo ideal es realizar un buen abonado de fondo con estiércol
o compost y un abonado de cobertura durante el ciclo de vida de la planta.
El terreno de cultivo
Las alcachofas son plantas que, según variedades, alcanzan entre los 50 cm
y los 2 metros de altura, con un sistema radicular fuerte y penetrante.
Para su crecimiento óptimo, el suelo tiene que estar sano, aireado en
profundidad y ha de ser muy rico en materia orgánica y humus.
La explotación
La mayor parte de la producción de alcachofa se realiza a partir de material
vegetativo como zuecas o esquejes. La alcachofa es una planta que no se
demora mucho en ser productiva, con los riegos y cuidados adecuados,
en 3 o 4 meses ya comienza a dar sus frutos.
Una vez florece el primer colmo, las alcachofas se recolectan y se clasifican
para su comercialización. Una alcachofa de calidad debe tener las brácteas
de los capítulos bien cerradas y compactas y un corazón tierno.
Además, las cabezuelas deben tener un tamaño adecuado y no presentar daños.
Unos 2 o 3 meses después de recolectar el primer colmo, crece el segundo para
repetir la operación. Una vez terminada la cosecha de capítulos, cuando la
planta comienza a secarse, ésta se corta a unos 10 cm del suelo para que se
desarrollen nuevas plantas en el siguiente ciclo productivo.
Pasados dos o tres años, se extrae cada planta de la tierra para extraer
el material vegetativo y volver a plantarlo.
La cadena de producción
Lo más importante en esta fase del proceso es tratar de mantener en perfecto
estado al producto y conservar lo mejor posible su frescura.
Para ello, durante la recolección se recomienda regar y así evitar el
marchitamiento de las cabezuelas hasta que sean envasadas y encajonadas.
Además, para evitar los golpes y magulladuras que puedan afectar a la calidad
del producto, las alcachofas se depositan en cajas para ser transportadas
inmediatamente a las instalaciones de acondicionamiento, clasificación y
envasado.
La cosecha
En los principales países productores del hemisferio norte, las fechas en las
que las alcachofas ya están listas para viajar hasta el punto de venta son
a partir de octubre o noviembre para las variedades más precoces,
prolongándose hasta finales de mayo, con parada invernal en las zonas
con inviernos fríos. Además, determinadas variedades permiten disponer
de alcachofa de abril a noviembre, por lo que podemos disfrutar de esta
hortaliza durante todo el año
… a casa
Una vez cosechadas, podemos encontrar las alcachofas en nuestro
supermercado de dos formas: frescas y transformadas. Las alcachofas
frescas permanecen en el lineal de 6 a 7 días; una vez transcurrido este
tiempo, se retiran del mercado. En el caso de las alcachofas transformadas,
en conserva o congeladas, su periodo de permanencia en el lineal aumenta
considerablemente gracias a que su ciclo de vida útil es de meses, incluso años.
Además, cada agricultor tiene adjudicado su propio código, de manera que
siempre podemos obtener información sobre la trazabilidad del producto.
Alcachofas frescas
A la hora de escoger nuestras alcachofas, siempre queremos que sean lo más
bonitas posible. Buscamos las que más compactas estén, las que tengan
las hojas bien formadas y que luzcan un color verde claro. Sin embargo,
el aspecto poco importa si queremos encontrar una alcachofa lista para consumir.
El truco está en comprobar su frescura apretando la alcachofa cerca del oído,
si escuchamos un crujido es que todavía está fresca, además de por su color vivo
y su tersura.
¡A cocinar!
La alcachofa es un alimento muy versátil. Se puede degustar de muchas
maneras diferentes: frita, asada, a la plancha, cocida e incluso, cruda
en ensalada. Por lo tanto, podemos tomarlas solas, como guarnición o
como acompañamiento de un plato ya que, además, la alcachofa combina
perfectamente con carne, pescado, arroz huevos y otras verduras.
A continuación, mostraremos algunos pasos para aprender a preparar las
alcachofas de forma fácil y correcta.
1. Preparamos el bol donde iremos colocando cada alcachofa conforme
vayamos pelándolas. Vertemos agua en el cuenco y le añadimos sal y limón
para evitar que la alcachofa se oxide.
2. Eliminamos el tallo de la alcachofa.( hay zonas donde dejan parte del tallo
según el plato a cocinar)
3. Quitamos las hojas exteriores hasta que aparezcan las hojas más tiernas,
es decir, las que son menos verdes y más amarillentas.
4. Limpiamos la base de la alcachofa, quitando las partes más duras.
5. Cortamos, aproximadamente, 2cm de la punta de la alcachofa.
Cortaremos más o menos en función de lo verdes que estén las extremidades
de las hojas.
6. Un vez pelada, podemos dejarla entera (el denominado corazón) o cortarla
por la mitad o a cuartos para guisarla. O si lo preferimos, podemos laminarla
para degustarla en una ensalada, una tortilla, etc.
7. Por último, colocamos la alcachofa en el bol que hemos preparado previamente
y pasamos a la siguiente alcachofa.
La conservación
Una vez en casa, si no vamos a consumirlas en el momento, es importante
conservarlas bien. Hay muchas maneras de mantener nuestras alcachofas
en buen estado, aquí te contamos las mejores:
- Para que se conserven perfectas alrededor de una semana, lo ideal es introducirlas
- en una bolsa de plástico cerrada y dejarlas en el frigorífico.
- Si las compramos con tallo, se pueden mantener en agua, igual que hacemos con
- las flores, y después las colocamos en el frigorífico. Para evitar que se sequen, es
- mejor no cortar el tallo hasta el momento en que vayamos a consumirlas.
- Y si lo que queremos es que duren varios meses, hay que recurrir al congelador.
- Una vez cocidas, han de conservarse también en el frigorífico y es preferible consumirlas
- en 24 horas.
Alcachofas transformadas
En los productos transformados, es muy importante controlar en todo momento
el pH. Para ello, se realiza un análisis al inicio del proceso que debe
garantizar que el producto final no tenga un pH superior a 4,2 para que éste
quede exento de la aparición de bacterias.
Podemos encontrar alcachofas transformadas de dos formas:
- En conserva:
La alcachofa es una hortaliza muy versátil que nos brinda una infinidad
de posibilidades de preparación. En la conserva, se envasa en vidrio el
corazón de la verdura entero o cortado en mitades. El proceso es
muy delicado y solo se escogen aquellos ejemplares sanos, exentos
de golpes, limpios, de aspecto fresco y homogéneos de color.
Este formato, permite mantener intactos el sabor, los nutrientes y las
propiedades – sobe todo el poder antioxidante – de la alcachofa.
Además, facilita al consumidor su uso, proporcionándole un producto
listo para comer.
- Congelada:
Someter las alcachofas a una conservación en frío es muy adecuado para
mantener en buen estado los nutrientes de la verdura y sobre todo sus
vitaminas, que son esenciales para nuestro organismo.
Ni un solo día sin alcachofa
España es el 2º productor europeo de alcachofa. Su producción alcanza un
volumen total de 204 miles de Tm (según un estudio de 2013).
16 comunidades que producen en diferentes épocas del año para que
podamos disfrutar de la alcachofa durante todo el año.
Me encanta que ricas alcachofas, naturales y directas a casa bien frescas, y deliciosas recetas.
ResponderEliminarHola guapa, no soy muy amante de la alcachofa, a pesar que entiendo que tiene infinidad de beneficios, solo la como salteada con jamon, pero a los demas miembros de.mi familia les encanta, la comen de cualquier manera. Gracias!
ResponderEliminarLas alcachofas me encantan de todas las formas, cocidas, rellenas, fritas, en la paella, de todas formas, es mi verdura preferida, me encanta
ResponderEliminarMe encantan las alcachofas. Cocinadas de todas las maneras, al horno, fritas, a la brasa, en paella,etc.
ResponderEliminarQué ricas están, a mi me gustan a la plancha.
ResponderEliminarEstán muy buenas, aunque dan mucha faena para prepararlas vale la pena porque tienen un sabor especial.
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